Casa CL76

Esta vivienda unifamiliar, resuelta en dos niveles, fue proyectada desde las características del entorno, que se particulariza por la presencia de un lago artificial ubicado en el fondo del lote. Asimismo, se aprovechó el desnivel natural existente del terreno para incorporarlo en la distribución del programa y su relación espacial.

De este modo, una sutil diferencia de 50 cm. se traduce en el interior, separando virtualmente el sector del estar del comedor-cocina, cuyas funciones pueden, a la vez, ser independizadas por medio de paneles corredizos. Por último, una liviana escalera metálica con pedadas de madera, se incorpora al espacio.

A su vez, se desarrolló una estructura que permitiera espacios amplios y flexibles, minimizando la pisada sobre el terreno, y reforzando la idea de relación entre el interior y el exterior.

De esta manera, una importante viga de 2 m. de altura ubicada en el lateral de la casa, en conjunto con tres vigas invertidas dispuestas en la azotea y una serie de tensores, permiten distribuir las cargas principales hacia los laterales de la casa, liberando el sector del estar-cocina-comedor, donde se perciben unas delicadas columnas metálicas, que se ocultan en las carpinterías.

Además, esta enorme viga lateral de hormigón visto, marca el acceso principal de la casa, tanto peatonal como vehicular, y oficia de pantalla visual, confiriéndole privacidad al espacio interior, a la galería semicubierta y a un patio interior, que a la vez aporta luminosidad desde el norte.

En cuanto a la materialidad, para la fachadas de aprovecho el carácter expresivo y plástico del hormigón visto, en su conjunción con el travertino, la madera y el vidrio de las carpinterías. Esta relación se refuerza mediante el contraste de dichos materiales con el monocapa negro del exterior.

En el interior, se repite el uso de travertino en los solados y la madera, tanto en mobiliario como en una serie de detalles y revestimientos.