Arrow House, en Tokyo

Parte del primer piso se utiliza como un estudio fotográfico, y los espacios de vida están en el segundo piso, donde se encuentra la entrada. Dado que la parcela dividida es larga y estrecha, se requería un diseño exterior que utilizara la profundidad del enfoque, teniendo en cuenta la distancia y el contraste con la casa principal. Empleando un estilo abierto con paredes vidriadas para la fachada del estudio de fotografía en el primer piso, un espacio intermedio, aunque pequeño, se unifica con el exterior y trae confort.

Las escaleras en pendiente de poca profundidad que conducen a la entrada del segundo piso, coinciden muy bien con la fuerte pared inclinada y constituyen la característica fachada, y como resultado, funcionan como una novedad para invitar a los visitantes. La cubierta a dos aguas formada por la regulación en el lado norte crea una apariencia exterior e interior única. La luz de la claraboya en forma de ranura en la parte superior del techo arroja sombras dramáticas en la sala completamente blanca. Una vista del cielo desbloqueada por la claraboya también tiene el efecto de hacer que uno se olvide de que la casa está en una zona residencial densamente poblada. El segundo piso es un espacio abierto de una habitación, que incluye el espacio loft al que se accede por una escalera, y se puede utilizar para múltiples propósitos. La continuidad rítmica de los elementos «diagonales», que se vislumbran en muchos espacios, crea una inquietud confortable en la habitación. Una de las características de esta casa es la inexistencia de una frontera clara entre prendido/apagado, ya que el espacio de vida donde se puede jugar con una variedad de luces naturales, se utiliza como un espacio para tomar fotos.

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