Finalizaron las Jornadas Internacionales para la Revitalización de Cascos Históricos

En la apertura, el Ministro de Cultura, Ing. Hernán Lombardi, hizo una clara síntesis de los valores que una ciudad (en este caso Buenos Aires) aplica para la preservación y puesta en valor de sus edificios y espacios públicos. No es el congelamiento, dijo, el camino adecuado porque provoca la desertización de esos distritos.

En el curso de las tres sesiones, disertaron destacados expertos de Europa y América (Italia, España, Canadá, Colombia, México, Cuba, Paraguay, Chile, Brasil y Uruguay).

Dos visiones muy oportunas fueron planteadas por los arquitectos Ramón Gutierrez de CEDODAL y Paulina Kaplan (de Valparaíso, Chile), ampliando el escenario a las experiencias latinoamericanas, en el primer caso, y a las problemáticas de las ciudades declaradas patrimonio de la humanidad, en el segundo. Algunos interrogantes quedaron planteados para reflexionar en el futuro, habida cuenta de que el modelo principal hasta ahora fue el europeo y es necesario encontrar modalidades apropiadas para las muy diversas situaciones que presentan cada territorio y cultura.

Experiencias de planes integrales en áreas históricas, como las exposiciones, estuvieron presentes en la atractiva exposición de la responsable del Plan de revitalización del centro tradicional de Bogotá, Colombia, arquitecta María Eugenia Martínez Delgado. También en la ponencia del arquitecto Marcelo Kublik de Asunción, Paraguay, en representación de la Ministra de Cultura de ese país, Arq. Mabel Causarano (quien no pudo asistir personalmente) y la de la licenciada Limbania Mariela Torres Simón, de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (Cuba) contando una experiencia líder por su novedoso proceso de recuperación en la zona más antigua de la ciudad.

La importancia de los proyectos generadores de efectos positivos en sus entornos quedó plasmada en las experiencias del barrio Goes con la puesta en valor del Mercado Agrícola de Montevideo, Uruguay, explicada por el arq. Carlos Pascual, a cargo de las obras; o la restauración de la catedral de Pereira (Colombia) y su entorno, contada por Josep M. Botey, (España) y León Restrepo, de Medellín, Colombia); o la refuncionalización del edificio El Buen Pastor en Montreal, Canadá, que nos acercó el arquitecto Clément Demers, y en las interesantes obras de arquitectura moderna del arquitecto Juan Sabbagh, en Valparaíso, en perfecta articulación con el entorno protegido, mostrando los caminos posibles de trabajo para intervenir adecuadamente en ámbitos tan singulares.

También se destacó la reflexión del arquitecto-urbanista Rinio Bruttomesso (Venecia, Italia), advirtiendo que no sólo los problemas naturales como las inundaciones le otorgan fragilidad a los centros históricos. Los efectos de un avance excesivo del turismo o de acciones desafortunadas en el territorio pueden ser igualmente o más dañinos.

En este sentido cabe mencionar también a los representantes de CAME y FECOBA, (Carricaburu y Bassi), que acercaron la visión de las posibilidades de acción de la comunidad organizada para articular la mejora de situaciones urbanas complejas, como son los centros comerciales a cielo abierto en áreas de valor patrimonial.

Fue opinión general, de público asistente y disertantes, el vigoroso impulso que las Jornadas proponen para acercarse al objetivo: que los Cascos Históricos de las ciudades formen parte activa de la vida urbana más allá de su atractivo turístico. Que su paisaje característico se exalte y conserve con decoro y que sus vecindarios gocen de las ventajas de la vida ciudadana al igual que el resto de la población.