Erosión

En nuestros Centros Históricos se ha desarrollado un socio invisible a más de la falta de recurso económico para el mantenimiento del área histórica y la burocracia tanto en tramitación, ejecución y construcción… éste es el tiempo, pues hay edificaciones con más de un siglo de existencia donde a más del sistema constructivo, la tipología y los materiales de construcción utilizados para su ejecución el síntoma patológico se ha desarrollado gradualmente con la edificación. Así denominaremos a la erosión, como la pérdida secuencial o desgaste de material superficial de un cuerpo, producida por agentes físicos que ejercen sobre el acabado exterior o interior de muros, fachadas, cerramiento, zócalo, riostra, cimentación, etc. de una edificación. No obstante para visualizar de mejor manera las definiciones emitidas tenemos los siguientes ejemplos:

a) Detalle de arranque de columna Iglesia del Sagrario Quito – Ecuador (2004)
b) Detalle de arranque de columna Capilla de Cantuña Quito – Ecuador (2004)

EROSIÓN ATMOSFÉRICA
Llámese así a la pérdida de material superficial, acabado exterior o elemento constructivo, resultado de la acción de agentes atmosféricos o de medio ambiente sobre una edificación.
Hay que señalar que en la mayoría de casos dentro de nuestro Centro Histórico este Proceso Patológico preválece el tiempo en el cual se ejecutó la obra arquitectónica, el sistema constructivo bajo el cual se edificó, los materiales, la ubicación de la misma, así como la tipología adoptada, y, en algunos casos las malas adaptaciones ‘intervenciones arquitectónicas’ sin descartar la mala calidad del material pétreo con el que se construyó en un principio la edificación, participando así como cómplice anónimo la falta de consolidación en el proceso de fraguado o secado de la construcción y su posterior pérdida secuencial del material, sean estos: revocos, terminados lisos, paleteados, acabados rústicos, etc. Una forma palpable y real de las definiciones emitidas podemos observar en los siguientes ejemplos:

c) Detalle de remate superior Iglesia la Compañía Quito – Ecuador (2004)
d) Detalle Palacio de Carondelet Quito – Ecuador (2004)

Considerar que muchas veces la variación de temperatura ‘cambio térmico’ afecta a la consolidación del material pétreo o acabado superficial adoptado, sea este terminado liso, paleteado fino, pintura, acabado rústico, etc.; pues en determinadas ocasiones dicho acabado no ha saturado el agua procedente del exterior ‘agua lluvia’ y la posterior variación de temperatura ‘sol fuerte en la mañana y helada en la noche’, la dilatación y contracción no permite la consolidación del material, estableciendo así la erosión del material constructivo no solidificado.
Hay que señalar que muchas veces este Proceso Patológico dentro de cualquier edificación y más aún en aquellas con preservación patrimonial, tendrá connotaciones diferentes, pues depende del sistema constructivo, los materiales que intervienen en la construcción, el tiempo de ejecución de la misma, factores ambientales y propios de la edificación que con el tiempo se han desarrollado, no obstante señalaremos que este Proceso Patológico se lo puede observar en nuestra vivienda como un Proceso Patológico totalmente diferente ‘resultado de la acción’, será necesario analizar particularmente cada caso, pues puede ir desde la mala elección del material, la mala elección de técnica o sistema constructivo, la adaptación de materiales en sistemas constructivos que repelen e incluso la falta de mantenimiento periódico de nuestra edificación.

Marco Lenin Lara Calderón
ARQUITECTO P-5246
MASTER EN RESTAURACIÓN ARQUITECTÓNICA
MASTER EN DIRECCIÓN EMPRESAS INMOBILIARIA