26.12.2013

Energía y democracia

Margaritas para los chanchos y geotermia para pollos.

El récord del consumo eléctrico de 22.600 Mw y los consecuentes cortes de energía se deben en gran parte al uso de condicionadores para enfriar los edificios. Existen dos sistemas para climatizar los edificios en verano, con ahorros del 80% al 100% de energía; se trata de la geotermia de baja entalpía y de la geotermia estructural, son tecnologías disponibles en nuestro país.

¿Por qué no se implementan? Es un círculo vicioso: la gente y la sociedad ignoran el tema y por ende también la política que es su expresión natural; si el poder no vislumbra votos, visibilidad o renta a corto plazo irán siempre en la dirección opuesta respecto al interés general, mientras potentes lobbies de interés prentenderán dejar todo como está … a menos que este uso tecnológico permanezca alejado de sectores como la construcción: efectivamente la geotermia de baja entalpía se utiliza actualmente para enfriar la leche en los tambos y para calefaccionar los criaderos de pollos! Es un sistema inventado para calefaccionar y enfriar edificios que se utiliza desde hace 70 años en EEUU, 50 años en Alemania y 35 años en Italia. El otro sistema es un enfriamiento geotérmico italiano que requiere solo una excavación de 3 m. de profundidad y no utiliza electricidad de red. Un muro de goma rodea a los expertos que pueden manejar estas tecnologías, su conocimento está completamente desaprovechado, es como regalar margaritas a los chanchos, para ellos están cerradas las universidades, los centros de investigación, las cámaras de la construcción, los colegios profesionales y hasta los periódicos.

Hace falta una revisión completa de la idea misma de energía, en nuestro país es sinónimo de petróleo o gas y para resolver la crisis energética se habla de incrementar las inversiones para extraer esos recursos no renovables. Prueba de esta identificación es que el secretario de energía argentino es miembro del directorio de YPF, mientras que en otros países ese secretario hace lo imposible para liberarse del petróleo: su equivalente en EEUU es el premio Nobel de física Steven Chu creador de la glucose economy (sistema para eliminar la huella de carbono en los procesos productivos). Es paradojal que esta idea anticuada de la energía parece no tener en cuenta adecuadamente los enormes recursos renovables mareomotrices, eólicos y solares: nuestro país cuenta con 250 días de sol por año… pensemos que Alemania con solo 52 días de sol/año tendrá en el 2020 una cuenta energética envidiable con el 60% de generación energética de origen renovable, en parte debida a la central eólica off-shore Alpha Ventus en el Báltico, la más grande del mundo.

Modificar la política energética nacional significa no solo repensar la generación de energía, sino el sistema del transporte de pasajeros y de cargas y las construcciones residenciales entre otras cosas. Habría que empezar por aplicar las leyes que tenemos, pero ni siquiera eso: es letra muerta la Ley de la Provincia de Buenos Aires 13.059: aplicando esta ley un edificio de departamentos consumiría 80 Kwh/m2/año en lugar de los 500 Kwh/m2/año. Hablamos de consumo invernal, el consumo de verano puede superar al invernal en un edifico no convenientemente aislado: en algunos casos en edificios residenciales se ha eliminado la instalación de gas para colocar cocinas eléctricas y unidades frío-calor. Esto baja los costos del constructor pero aumenta exponencialmente las boletas eléctricas y el impacto ambiental y social.

Dos son los argumentos que tratan de consolar a los que estamos preocupados por estos temas, los dos muy débiles:
– La energía está subsidiada, como cuesta poco a nadie le interesa. Es contraproducente subsidiar el consumo eléctrico indiscriminadamente porque eso alienta el derroche. Es correcto subsidiar como en Italia las fuentes energéticas renovables porque eso reduce el consumo de petróleo y gas y ayuda al ambiente: la misma empresa eléctrica instala aerogeneradores y paneles fotovoltaicos en el techo instalando un segundo medidor para medir la energía renovable producida.

– El segundo argumento es que poseemos petróleo en abundancia, además de ser una locura el tema ignora que los emiratos árabes productores de petróleo son lo que más invierten en energías alternativas, (pensemos en el programa nuclear iraní) lo hacen porque esa estrategia les permite conservar para el futuro un recurso agotable que será cada vez más caro y más conveniente vender a largo plazo.

La única esperanza es que la gente esté informada y desarrolle conciencia y cultura necesarias para hacer entender a sus líderes políticos que el tema les interesa mucho, solo así el tema de la sustentabilidad entrara seriamente en la agenda de los políticos… siempre que la suerte quiera que sus asesores sean elegidos por mérito y no per cecanías partidarias.

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