9.12.2004

¿Cómo hacer emergente este panorama?

Izaskun Chinchilla

Las materias y disciplinas académicas rara vez proceden de forma directa sobre la realidad física, al contrario, están acostumbradas a mecanismos de construcción. Tanto en ciencias como en letras, se generan aparatos que reconstruyan artificialmente los fenómenos a describir, solucionar o interpretar, para unos son libros, teorías o escuelas, para otros microscopios, laboratorios o programas de investigación.
Los estudiantes de arquitectura cruzan el mundo para visitar, en viaje de estudios, un determinado edificio construido por otro arquitecto, un enorme despliegue de medios y un pacto implícito de esfuerzo e ingenuidad encaminado a construir las fronteras de lo disciplinar.
En esta edición de Panorama Emergente, en especial en su categoría «cruzados», los trabajos se caracterizan por inscribirse física y materialmente en medios que no son de referencia disciplinar.
El primer hecho, el de que muchos de estos trabajos hayan tenido una verificación física, los hace destacables
por generar una producción de experiencias inmediatas. A través de un paquete de información perceptiva completa (el objeto construido), hacen emerger un nuevo patrón de realidades e hitos perceptivos no deduciblesde la experiencia anterior.
El segundo, el de que actúen en esas fronteras de lo disciplinar, cruzándose con el diseño de moda, de mobiliario, la acción urbana, la instalación o las técnicas de supervivencia mas rudimentarias, aunque haga que les tachen de no arquitectónicos, causará el ensanchamiento de la imaginación teórica y la disminución de mediaciones con los medios de referencia.
Las bienales y los métodos de difusión habitual, tratan de presentar los trabajos de arquitectura como respuestas consecutivas acumuladas sobre preguntas comunes, en ese sentido, se obtienen una falsa coherencia en la heterogeneidad. Esto es porque los problemas se construyen a posteriori, no es que la mayoría de los edificios solucionen algo, sino que, una vez hechos, son clasificados y reordenados permitiendo inventar los epígrafes de realidad a los que hacen referencia.
Me gusta por esto, que esta colección de trabajos no haya buscado ese pacto de compactación y que asuma el reto de la redescripción de la realidad a priori. No hay coherencia, los autores, probablemente, descalificarían el trabajo de los otros, a cambio hay un retrato de varios mundos. Descripciones realizadas mediante pequeños desplazamientos de la realidad.
Interesa la escala, no se cita de forma casual, pequeña y precisa, que permite, en vez una alusión ficticia a los temas genéricos, una repetición eficaz de ámbitos de realidad. Los trabajos son el registro de un momento productivo en partes separadas del mundo, mostrando con claridad las operaciones realizadas: buscó locutorios, los fotografió, así son estas funciones en la ciudad y así se distribuyen.
Emerge la confianza en que la realidad puede ser un sistema inteligente, no un conjunto de trabas clasificables.
Otras muchas razones, lo innovador de los medios, la experiencia de producción colectiva, la movilidad de los resultados, la calidad no estilística, lo incorporación de lo imprevisto subrayan la enorme validez creativa de estos trabajos y les hace merecer la distinción, para mí enormemente valiosa en contradicción con el Comte de la cita preliminar, de incitar a sus conciudadanos a la innovación, a la asunción de la complejidad y a la mejora de sus condiciones de vida.
Son trabajos que despiertan un enorme interés. Lo que sigue estando perversamente oculto, y en esto sí le doy la razón a Comte, es que sólo una disposición social conjunta hará que estos trabajos trasciendan de la calidad creativa a la calidad política o pública.
Esa condición social espontánea es difícil de evaluar y difícil de provocar visitando bienales de arquitectura. Si rechazamos la máxima positivista que defiende que el conocimiento puede producirse a partir de reflexiones puramente racionales y factores cognitivos, y entendemos en cambio que la innovación es un proceso social debemos poner los medios para que los trabajos innovadores que trascienden las clasificaciones disciplinares se construyan y se negocien fuera de los medios académicos e inscritos en la propia realidad exterior que les hizo ser pertinentes.

Feliz reto.

Izaskun Chinchilla es arquitecta por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid desde 2001 en la que realiza tareas de apoyo a la Docencia. Su trabajo ha sido publicado, premiado y expuesto en diversas ocasiones. Participó en la exposición panorama emergente iberoamericano presentada en Santiago de Chile en octubre de 2002.

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