26.4.2005

Boletín Informático de la SAM – Abril de 2005

Arquitectura Inmoral
POR EDGARDO GOTTFRIED

Este último tiempo he estado pensando, observando, viviendo, padeciendo, lo que he denominado «la tiranía de la arquitectura inmoral».
Una tiranía que aplasta y envuelve nuestras vidas aunque no lo queramos, aunque la detestemos.
Pero ahi esta, fruto de inmorales desiciones, fruto de inmorales profesionales y fruto de la inmoral política de desarrollo de la Provincia de Mendoza.
Creo que lo primero que tenemos que hacer es darnos cuenta de la inmoralidad que estamos viviendo, pienso que la escuelas de arquitectura, las instituciones y los medios de comunicacion social de que disponemos deben hacer más incapié en la ética, en la moral, en la honestidad, para que de alguna manera sirva de guia a los miles de profesionales que deambulan de un lado a otro buscando el centavo y no lo encuentran, también la inmoralidad de la falta de trabajo digno…
Pensé también que las grandes personalides del mundo nos pueden ayudar a orientarnos, en primer lugar busque que opinaban acerca de arquitectura, así al azar, y encontre: La arquitectura es el testigo menos sobornable de la historia.
Octavio Paz
La arquitectura es una música congelada.
Arthur Schopenhauer
El cemento armado es una musa honesta y útil, y quizá en manos de un arquitecto genial sería admirable; pero cuando se desmanda y se siente atrevida, como una cocinera lanzada a cupletista, hace tales horrores, que habría que sujetarla y llevarla a la cárcel.
Pío Baroja
La arquitectura es el gran libro de la humanidad.
Victor Hugo
Seguidamente busque opiniones acerda de la honestidad, también al azar, y encontré:
A fuerza de construir bien, se llega a buen arquitecto.
Aristóteles
Lo que las leyes no prohiben, puede prohibirlo la honestidad.
Lucio Anneo Séneca
Las honestas palabras nos dan un claro indicio de la honestidad del que las pronuncia o las escribe.
Miguel de Cervantes Saavedra
El secreto de la vida es la honestidad y el juego limpio, si puedes simular eso, lo has conseguido.
Groucho Marx
Llegará un día en que nuestros hijos, llenos de vergüenza, recordarán estos días extraños en los que la honestidad más simple era calificada de coraje.
Yevgeny Yevtushenko
El beso es la válvula de escape de la honestidad.
Paul Geraldy

Como tercer paso busqué la definición, si se puede llamar asi, de «el arquitecto». Y como tenía a maño el libro de «Teoría de la Arquitectura» de Enrico Tedeschi, este eminente profesional europeo que trabajó y enseñó en tantas facultades de Argentina, hasta que se le ocurrió con un grupo de amigos crear la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Mendoza, leí:
Se ha dicho y se acepta generalmente que la actividad del arquitecto es sobre todo de coordinación y de síntesis. En la base de su actividad está la realidad de la vida humana, con todas sus manifestaciones individuales y sociales, con sus valores prácticos y espirituales. Lo importante no es acumular conocimientos sino alcanzar un método de trabajo.
La finalidad del arquitecto es realizar la obra de arquitectura en la cual se concreta esa labor de creación y crítica, para producir un edificio que sea una realidad valiosa para los hombres que deban habitarlo, una contribución positiva al medio social en el cual se sitúa, un proceso técnico y económico correcto, y finalmente, una expresión significativa de la capacidad creadora del espíritu humano.
Bueno, me dije tenemos la «arquitectura», la «honestidad», el «arquitecto».
El cuarto paso que se me vino a la mente fue buscar definiciones de «etica», ¿que es la ética», entonces entré a internet a ver si aparte de todas las estupideces e inmoralidades que se publican había algo interesante, siempre buscando la opinion de las grandes personalidades, de los eruditos, de los maestros. En la enmarañada web o red apareció una Conferencia dictada por Luis Izquierdo W. en el curso de ?Ética y arquitectura? (dado por el profesor Ernesto Rodríguez), alli Izquierdo nos orienta sobre otra palabra rara «moral», veamos:
Empezaré por una distinción: no es lo mismo ética y moral. La ética es el estudio del fundamento de la moral, es la filosofía de la moral. La ética es la crítica de la razón práctica. Es la disciplina cuyo tema es la moral. En cambio, la moral comprende propiamente los juicios por los que cada vez decidimos nuestros actos, rigiendo nuestro comportamiento libre, nuestra conducta intencional. Somos sujetos morales, responsables de nuestros actos sin necesidad de ser expertos en ética.
Cotidianamente, pensamos para decidir, y ello con miras a tales o cuales razones, pero no nos detenemos en lo que las cosas que atendemos son de suyo, en su realidad propia. Esto último es tarea de la reflexión filosófica, que supone la vacancia de pre-ocupaciones. Al contrario, la razón práctica está orientada por la inminencia de un decisión ineludible, hacia uno mismo como sujeto de la acción, para decidir movernos en uno u otro sentido, o incluso no movernos si se quiere. Porque no podemos permanecer impávidos en la vida…
…Somos, entonces, sólo relativamente libres. Podemos ser más o menos libres, dependiendo del alcance de nuestra conciencia. Y, puesto que solo los actos libres son susceptibles de juicio moral, el primero de los juicios morales ha de consistir en determinar el campo de su jurisdicción, cuyos límites suelen ser difusos. De ahí la cautela debida al juzgar, máximamente a los demás, pero incluso a sí mismo. En la medida que un acto es libre, se es responsable de sus consecuencias previsibles. El porqué de un acto libre es equivalente a su para qué. Las causas de una decisión libre son la anticipación de sus efectos. Toda decisión libre tiene una determinada intención. Estas suponen un proyecto.
Dicha capacidad de sacar a la luz lo profundamente oculto es propia del arte, que da forma a lo vago (y también de la psicoterapia). Por ello el acto creativo es para el artista un acto liberador (como también es sanador el acto de poner en palabras lo innombrado). A su vez, el artista es eminentemente responsable de la obra que ejecuta, y su obra es propia de él, aunque materia de crítica (y de recurrente autocrítica)…
…El oficio de la arquitectura, que es eminentemente arte y técnica, consiste en un saber vivir y un saber construir…
…La razón de ser de la obra arquitectónica es servir. Servir a la vida que cobija. De modo que su propósito está más allá de sí. Según esto debe ser juzgada. Pero este servicio, ya vimos, no es un asunto trivial: en la arquitectura, la correspondencia entre postulado, o idea, y obra, es una función recursiva…
…Hemos de volver cada vez al origen del asunto. El oficio de la arquitectura comprende un saber vivir y un saber construir. Esto la define: lo que ella pone en obra conjuntamente es y muestra una solución al problema de construir y vivir bien ahí en ella.
Seguidamente descubrí que exiten «Centros de Etica» como en la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala, donde el año pasado Roberto Blum, Paola de la Cruz, Wenceslao Giménez-Bonet, Erika Bornholt y Jens Bornholt, discutieron acerca de «los problemas y dilemas éticos que enfrentan los arquitectos, en el ejercicio de su profesión». La Universidad ha pensado que estas discuciones son importantes y tienen que hacerse conocer, es por ello que en su página web se puede leer:
La misma estuvo basada en la lectura de algunos capítulos del libro Ethics and the Practice of Architecture, por Wasserman, Sullivan y Palerma.
También se discutió acerca de la virtud como búsqueda de la excelencia y la relación entre la persona como individuo y el profesional. Otros temas abordados fueron el de si es ético que los arquitectos promuevan proyectos que violan derechos individuales, como el de la propiedad; el del caso en que un cliente desee una casa ?igual? a la de su vecino, que fue diseñada por otro arquitecto; y el de la naturaleza de la propiedad intelectual de los arquitectos, entre otros. Guatemala, 7 de febrero de 2005.
A esta altura de los acontecimientos creí conveniente volver atrás, volver al pasado, estudiar un poco que opinaba por ejemplo Vitrubio de los arquitectos, de las obras, de la cultura de un arquitecto, por ahi encotré algunas lineas interesantes de su primer libro, a ver que decía Vitrubio acerca de nosotros:
Es preciso que no sea avaro, que no esté siempre pensando en recibir regalos, sino que proteja con seriedad su propia dignidad, sembrando buena fama: precisamente esto es lo que concede la filosofía. Además, la filosofía dirige su estudio sobre la Naturaleza, en griego fisiología; es preciso que haya tenido profundos conocimientos, pues la filosofía incluye muchas y variadas investigaciones sobre la naturaleza
Es preciso también que tenga conocimientos de la medicina, debido a los diversos climas ?en griego, climata? tanto de la atmósfera como de las localidades o zonas concretas, ya que pueden ser saludables o nocivas precisamente por la calidad de sus aguas. Sin tener en cuenta estos aspectos, no es posible construir una vivienda saludable. El arquitecto ha de tener un conocimiento suficientemente completo de las leyes, para levantar paredes exteriores que separan unos edificios de otros, en lo referente a las goteras y a las cloacas o desagües; como también debe conocer la legislación necesaria para situar la iluminación. Igualmente, conviene que el arquitecto conozca a fondo las conducciones de agua y elementos similares, con objeto de tomar sus precauciones antes de levantar un edificio y no dejar en manos de los propietarios los problemas que puedan surgir una vez realizadas las obras
A partir de la Astrología el arquitecto conoce los puntos cardinales: oriente, occidente, mediodía y septentrión; y también la estructura del cielo, de los equinoccios, de los solsticios y de los movimientos orbitales de los astros. Si se ignora la Astrología, es absolutamente imposible que conozca la disposición y estructura de los relojes. En conclusión, la ciencia de la arquitectura es tan compleja, tan esmerada, e incluye tan numerosos y diferenciados conocimientos que, en mi opinión, los arquitectos no pueden ejercerla legítimamente a no ser que desde la infancia, avanzando progresiva y gradualmente en las ciencias citadas y alimentados por el conocimiento nutritivo de todas las artes, lleguen a alcanzar el supremo templo de la arquitectura.
Vitrubio menciona las palabras «seriedad», «dignidad», «conocimiento», «investigacion», «leyes», «ciencia», «complejidad», «artes» y «templo de la arquitectura». Observando la palabra «leyes», se me ocurrió buscar en la páginas de abogados a ver que había, sí efectivamente en la web del Colegio de Abogados de Valparaiso, Chile estaba publicado un ensayo de Lautaro Ríos Alvarez sobre la «etica profesional», allí Lautaro explica:
Todos tenemos una noción aproximada acerca de la ética, del mismo modo que hasta la persona menos ilustrada es capaz de percibir la diferencia entre lo bueno y lo malo.
El vocablo ÉTICA proviene del griego «Ethos», que significa costumbre; su sinónimo latino es la voz «More», de donde deriva el término moral. Ambas voces aluden a un comportamiento humano ordenado conforme a ciertos principios, postulados y normas prescritos por la cultura imperante en cada sociedad. Ellos señalan la línea demarcatoria entre lo lícito y lo ilícito, lo correcto y lo incorrecto, lo aceptable y lo inaceptable.
La ética anida en la conciencia moral de todo ser humano y le sirve de motor, de freno o de dirección -según los casos- al momento de actuar. Por otra parte, el comportamiento ético -lo que llamamos rectitud- no es ingrediente ajeno al ejercicio profesional, como la pintura de una casa que es sólo un aspecto decorativo del cual puede prescindirse. El elemento ético es un componente inseparable de la inseparable de la actuación profesional, en la que pueden discernirse, al menos, tres elementos : un conocimiento especializado en la materia de que se trata, una destreza técnica en su aplicación al problema que se intenta resolver y un cauce de la conducta del operador cuyos márgenes no pueden ser desbordados sin faltar a la ética.
Hay quienes atropellan, consciente y sistemáticamente, esos márgenes, la mayoría de las veces, por un afán de lucro inmoderado; se les califica como profesionales inmorales. Pero hay otros que ignoran y ni siquiera se preocupan de los límites éticos; de ellos se dice que son amorales. El resto -por fortuna, aún la mayoría- son simplemente profesionales.
Interesa esclarecer por qué razón el comportamiento ético es de la esencia del ejercicio profesional; si las faltas a la ética conciernen sólo al profesional que las comete o si sólo afectan el prestigio de la profesión y si ellas redundan, o no, en perjuicio de la comunidad.
Resueltas estas interrogantes cabe todavía preguntarse si es posible el control ético de las distintas profesiones; a quién incumbe o qué órganos son los más idóneos para ejercer esta función; y cuáles serían las sanciones más apropiadas para los transgresores

POR QUE ES NECESARIA LA ÉTICA PROFESIONAL
Aclaremos, de partida, que el comportamiento ético no es un asunto exclusivo de los profesionales. Concierne, sin duda, a toda actuación humana; pero compromete con mayor énfasis a quienes han tenido el privilegio de una formación de nivel superior a costa de toda la sociedad que ha debido contribuir a ella y que espera, justificadamente, una actuación correcta de quienes han disfrutado de esa preferencia selectiva.
No olvidemos que -sin perjuicio de sus fundamentos religiosos, que conforman otro nivel de conciencia- es un valor cultural, propio de la sociedad y el tiempo en que se vive. Que la Universidad -principalmente agente receptor, generador y transmisor de la cultura de un pueblo- ha inculcado o debido inculcar en los estudiantes ese patrimonio valórico que todos compartimos. Y que, por lo mismo, cada Facultad o Escuela universitaria no sólo debe enseñar cómo ejercer una profesión, sino como ejercerla bien.
Cabría, en este punto, formular una crítica enérgica a la actitud que se viene imponiendo en nuestras universidades, debido -tal vez- a su proliferación excesiva. En lugar de impartir la formación ética con la jerarquía que ella merece, Ética Profesional o está ausente del Programa de Estudios o sólo se ofrece como ramo optativo, siendo excepcional que ella constituya un soporte de la educación sistemática de un profesional.
Es verdad que la formación ética llega a veces por otros cauces; y que la mejor enseñanza moral proviene del ejemplo del maestro y no del mero discurso. Pero cada profesión afronta problemas conductuales específicos que difícilmente se podrán resolver correctamente si no se les ha previsto y analizado en la etapa formativa, Por eso mismo existen los Códigos de Ética de cada profesión, sin perjuicios de los principios y normas de la Ética General.
Yo me pregunto -¿con qué grado de confianza se le puede exigir a un profesional, en el juramento de estilo, cumplir las reglas de su Código deontológico si ni siquiera lo conoce?.
Es ésta una grave responsabilidad que hoy pesa sobre las universidades chilenas y que ellas debieran afrontar con prontitud.

¿A QUIEN AFECTA LA INMORALIDAD?
A primera vista pareciera que las actuaciones antiéticas afectan sólo a las víctimas que las sufren. Desde luego, éstas son las primeras perjudicadas. Pero no son las únicas. Ellas disminuyen la honra y la autoestima de quienes las cometen; dañan notoriamente el prestigio de la respectiva profesión, cuya defensa constituye el primer objetivo de los Colegios Profesionales; pero -sobre todo- hieren a la comunidad de dos maneras: erosionan la confianza pública que es el cimiento necesario para el ejercicio de toda profesión y frustran la esperanza de un correcto servicio al que la sociedad tiene derecho por haber contribuido a formar esos profesionales a costa del sacrificio colectivo.
No debemos olvidar que toda profesión no es sólo un modo de ganarse la vida y realizarse personalmente. Esta es sólo su dimensión individual. También las profesiones tienen un fin social y éste consiste en servir adecuadamente cada una de las necesidades que la sociedad debe satisfacer para posibilitar el bien común. Así, las necesidades de educación, de salud, de justicia, de comunicaciones, de obras de ingeniería y arquitectura y tantas otras, encuentran cobertura en el correcto ejercicio de las respectivas profesiones.
De esta manera, las actuaciones contrarias a la ética no sólo dañan a quienes las sufren sino -principalmente- a la comunidad humana en que acontecen.
Por eso resulta absurdo -así sea en un discutible régimen de colegiación voluntaria- que se pretenda someter al control ético de los Colegios Profesionales sólo a sus colegiados. Estos, desde luego, se encuentran sometidos a la disciplina y a los patrones morales de su profesión. Los profesionales inescrupulosos, los que no trepidan en atropellar los cánones éticos, no ingresan o no se mantienen en los Colegios. De allí que el comportamiento ético deba exigirse en todo ejercicio profesional, con absoluta prescindencia de si el actor está o no está colegiado.
Terminado de leer estos párrafos donde ya se mencionan las palabras «profesionales inmorales», «control ético» y «sanciones», estimé que sería conveniente ahondar más en el asunto porque notaba que el problema «de la inmoralidad» no solo afectaba a mi pueblo, a mi ciudad y a mi nación, sino también a Latinoamérica. Después comprobé que era una cuestión mundial.
Amén de lo explicitado en el último parrafo, que es absolutamente cierto, existen en los Colegios de Profesionales lo que se denomima «el Código de Etica». Se me ocurrío transcribir textualmente algunos Codigos de Etica latinoamericanos, para verlos, conocerlos y compararlos.
El Codigo de Etica Profesional para los Arquitectos Decreto Nº 879/3, (S. O.) Expte. Nº 855/320 -C- 198 de San Miguel de Tucumán, Argentina, 20 de Mayo de 1983, dice:
Preámbulo
La Etica Profesional es el conjunto de valores morales que hacen a la formación del individuo como persona y del profesional como elemento preparado por la sociedad, a un elevado costo económico; para que, en el ejercicio de sus tareas emplee los mejores criterios y conceptos, a la vez que observe una conducta destinada a servir de ejemplo a sus conciudadanos.
El profesional debe desempeñarse en su actuación pública y privada con la máxima dignidad, para no defraudar la expectativa general, volcada en él.
No obstante ello y, teniendo en cuenta las imperfecciones y debilidades propias de todo ser humano, es preciso establecer – como en todos los órdenes de la vida en comunidad – normas y disposiciones que regulen el comportamiento individual, o recuerden elementales conceptos de convivencia en bien de la paz de la Nación. Es éste, primordialmente, el sentido y la razón de ser del Código de Etica Profesional que a continuación se expone, para las profesiones nucleadas en el Consejo Profesional de la Ingeniería, Arquitectura y Agrimensura de Tucumán.
Conviene dejar establecido que las reglas expresadas en el presente Código no implican la negación o el desconocimiento de otras no contenidas en el mismo y que surjan naturalmente de los dictados de la moral y la dignidad como fuentes orientadoras básicas; como asimismo de los deberes del profesional para con sus colegas, para con sus comitentes, para con el Consejo Profesional, para con la ciudadanía en general, para con la Provincia o para con la Nación. No debe entenderse que permitan todo cuanto no prohiben expresamente o por analogía directa. Las normas de este Código constituyen una guía general, sin perjuicio de la existencia actual o posible de otras igualmente imperativas, dentro del contexto general de una adecuada organización social, y de la preeminencia de los valores del ser nacional deseado, aún sin que ellas estén específicamente enunciadas.
El Código de Etica Profesional del Colegio de Arquitectos del Perú menciona:
Normas Generales
Art. 1.- Esencia del deber profesional.- El arquitecto es un servidor de la sociedad en el desempeño de la mejor satisfacción de sus funciones urbanas Por lo tanto, debe aconsejar y servir a sus clientes con diligencia y sujeción a las normas de la técnica y la moral.
Art. 2.- Defensa del honor profesional.- El arquitecto debe mantener incólumes el honor y la dignidad profesional. Por lo tanto no es sólo un derecho sino también un deber el de cautelar, aprobar y denunciar ante el Colegio de cualquier acto irregular de alguno de sus colegas.
Art. 3.- Aceptación o rechazo de asuntos.- El arquitecto deberá intervenir en un asunto sólo cuando tenga libertad moral y técnica para dirigirlo. Deberá abstenerse cuando no esté de acuerdo sobre lo esencial del planteamiento, cuando para aceptar el asunto se viera obligado a sostener tesis contraria a sus convicciones, o cuando se haya producido u ocupado del tema en el desempeño de su cargo oficial.
Art. 4.- Honradez.- El arquitecto debe obrar con honestidad y buena fe. No ha de aconsejar actos dolosos, afirmar o negar con falsedad, ejercer coacción, soborno sobre funcionarios públicos o en el desempeño de un cargo, realizar gestiones que tiendan a beneficiarlo.
Art. 5.- Formación de clientela.- La formación de decorosa clientela debe cimentarse en la capacidad profesional y en la honorabilidad. Si se provoca publicidad en su propio elogio, con fines de lucro, se menoscaba la dignidad de la profesión. Se obra contra la ética profesional cuando se gratifica directa o indirectamente para que se le recomiende o se le otorgue u proyecto. Igualmente menoscaba la dignidad profesional, el que ofrece espontáneamente sus servicios o emite juicios sobre un asunto con la finalidad de suscitar descontento y ganar un cliente.
El Código de Etica de Hermosillo, Mexico, escribe:
I.Los Miembros del Colegio, debemos sostener y aumentar nuestro conocimiento del arte y la ciencia de la Arquitectura, respetar todo el cuerpo de logros de la Arquitectura y servir con nuestra profesión a la sociedad mexicana a la que tenemos obligación de atender.
II.Debemos adoptar la intención y el contenido de la Ley Reglamentaria del Ejercicio Profesional, así como las Normas y Reglamentos que de ella emanen con respecto a nuestra profesión.
III.Debemos actuar siempre ajustándonos a la verdad con absoluta realidad y honradez, poniendo a disposición de nuestros clientes todo nuestro conocimiento y capacidad profesional.
IV.Debemos apoyar la integridad y dignidad de la profesión, defender a la Arquitectura conscientes de que es el arte y la ciencia de crear el entorno construido para la vida humana.
V. Debemos respetar a nuestros colegas en su persona y su trabajo, evitando lesionar su buen nombre y prestigio profesional.
VI.Debemos velar siempre por la protección de nuestros trabajadores, su integridad física y el cumplimiento de la legislación laboral correspondiente.
El Código de Etica Profesional de la ASIA, Asociacion Salvadoreña de Ingenieros y Arquitectos, menciona:
II. DEL EJERCICIO PROFESIONAL
1. El ejercicio profesional de la Ingeniería y la Arquitectura debe entenderse de carácter exclusivo por parte de los Ingenieros y Arquitectos poseedores de títulos universitarios habilitantes en las diversas especialidades, acorde con la legislación vigente en el país.
2. El ejercicio de la Ingeniería y la Arquitectura debe considerarse fundamentalmente como una función social. Deben rechazarse los trabajos que pueden ser usados contra el interés general, evitando de esta manera crear situaciones que involucren peligros y constituyan una amenaza contra la vida, la salud y el medio ambiente, o afecten la propiedad y demás derechos del ser humano.
3. La formación del prestigio profesional del Ingeniero y Arquitecto debe cimentarse en la capacidad y honradez.
Me quede tranquilo pensando en la similitud de los Codigos de Etica, algunos mas simples, otros más complejos, pero en todos se habla de lo mismo. En todos los Codigos hay sanciones, apercibimientos, multas, para todos aquellos profesionales los cuales se puede probar fehacientemente su falta de Etica y documentarla, todo ello se realiza a través de un largo proceso previsto en los Cogidos. No exentos de todo lo que a Ustedes se les pueda ocurrir.
Como todo este proceso es tumultuoso y traumático, la mayoria de las sanciones no se ponen, ya sea porque pasa mucho tiempo y las partes se cansan, porque los jurados de Etica no se juntan y no tratan los temas por x motivos, porque los abogados involucrados en el proceso lo traban y también como se dijo antes que la mayoría de nuestros colegas inmorales que militan en politica, tienen cargos publicos, están en las sombras del poder, no están inscriptos en Colegio alguno, entonces supuestamente no les alcanza la ley… de todas maneras no todo esta perdido y hay colegas valientes y serios que resuelven estos casos como el Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo de Buenos Aires, que en su pagina web publica algunos casos, como por ejemplo estos 2 que siguen:
LA JUNTA CENTRAL DE LOS CONSEJOS PROFESIONALES DE AGRIMENSURA, ARQUITECTURA E INGENIERÍA Constituída en TRIBUNAL DE ÉTICA
R E S U E L V E (primer caso):
Artículo 1º) – Declarar que el Arquitecto XXX no ha incurrido en falta de ética en cuanto al cargo de abandono de obra injustificado.
Artículo 2º) – Aplicar sanción al Arquitecto XXX, por las faltas cometidas, consistentes en: haber comenzado la obra sin realizar el proyecto de la misma (art. 2.3.1.7 del Código de Ética); negligencia en la ejecución de la obra, incurriendo en graves errores técnicos de construcción, sin responder a los reclamos de su comitente ni subsanar los errores por él cometidos (arts. 2.1.1.2 y 2.3.1.5); incumplimiento de la cláusula séptima del contrato de locación (art. 2.8.1.); haber ejecutado la obra sin el correspondiente permiso del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, habiéndosele abonado para la ?tramitación de planos municipales? la suma de $2.400 (art. 1.2); y haber asumido en una misma obra funciones de director al mismo tiempo que las de contratista total o parcial (art. 2.3.1.3), la sanción máxima de DOS AÑOS DE SUSPENSIÓN EN LA MATRÍCULA, prevista en el inc. e) del art. 28 del decreto Ley 6070/58, con más la de CENSURA PÚBLICA inc. c) art. 28 del decreto Ley 6070/58.-
LA JUNTA CENTRAL DE LOS CONSEJOS PROFESIONALES DE AGRIMENSURA, ARQUITECTURA E INGENIERÍA Constituída en TRIBUNAL DE ÉTICA
R E S U E L V E (segundo caso)
Artículo 1º) – Declarar que la Arquitecta XXX ha incurrido en falta de ética, la que se considera GRAVE y aplicarle la sanción de AMONESTACIÓN Y CENSURA PUBLICA.-
Artículo 2º) – Declarar que la Arquitecta XXX ha incurrido en una falta de ética que se considera GRAVE y aplicarle la sanción de ADVERTENCIA Y CENSURA PUBLICA.-
Artículo 3º) – Notifíquese, regístrese y archívese.-
Finalmente después de todo este pastiche de cuestiones busqué intensamente como debería ser nuestro comportamiento, para no transformarnos en inmorales y pateticos arquitectos. Y me acordé de un caso muy conocido que había pasado en Estados Unidos y que había involucrado al Ing. William Le Messurier, sí, ya Usted se acordó, el edificio Citicorp de New York.
Una leccion de profesionalismo del Ing. LeMessurier, es un titulo publicado por el Centro Etico para la Ingenieria y la Ciencia: «La Crisis de Cincuenta y Nueve Pisos de Altura. Una Lección de Profesionalismo» y dice:
William LeMessurier, uno de los ingenieros estructurales más prestigiosos del país [Estados Unidos], prestó sus servicios como consultor en el diseño y construcción de la moderna torre que sirve de sede a Citicorp en Nueva York, la cual se terminó de construir en 1977. Al año siguiente, después de recibir la llamada de un estudiante universitario que había estado estudiando el diseño del edificio y quien le notificó acerca de una posible falla, LeMessurier descubrió que el edificio, efectivamente presentaba deficiencias estructurales. Se enfrentaba a una situación compleja con graves implicaciones de resposabilidad profesional; era necesario notificar a un número considerable de personas acerca de la deficiencia estructural y tratar de obtener su cooperación para corregir la falla antes de que un huracán arrasara la torre.
La historia de William LeMessurier es contada con detalles en The Fifty-Nine-Story Crisis (La Crisis de Cincuenta y Nueve Pisos de Altura) que apareció en The New Yorker en su edición del 29 de Mayo de 1995. El 17 de Noviembre de ese mismo año, LeMessurier visitó el Instituto de Tecnología de Massachusetts- MIT (Massachussetts Institute of Technology), en donde había obtenido su doctorado, para dar una charla a futuros estudiantes de ingeniería; en esta charla LeMessurier trató acerca de las decisiones y acciones involucradas en este caso.
Aunque LeMessurier temía que su carrera profesional se viera afectada, no permitó que el ánimo de auto-protección afectara el proceso de reparación que tuvo que llevarse a cabo. Hacia mediados de Septiembre cuando los trabajos estaban prácticamente finalizados, LeMessurier y su socio recibieron notificación de Citicorp que esta firma esperaba recibir un reembolso por los gastos de reparación.
El costo estimado de la reparación del edificio estaba entre $8 millones por el trabajo en las estructuras únicamente, costo dado por una de las compañías envueltas en la reparación, y $4 millones, cantidad que de acuerdo con LeMessurier era lo estimado por Citicorp (Citicorp no hizo público su estimativo).
La compañía de seguros que amparaba a LeMessurier por daños a terceros había accedido a pagar $2 millones. LeMessurier presentó esta propuesta cuando se realizaron las negociaciones y los representantes de Citicorp finalmente decidieron aceptar esta cantidad, exonerar de toda culpa a la firma de LeMessurier y dar fin al asunto.
LeMessuriewr aliviado, esperaba sin embargo que su compañía de seguros aumentara su cuota de protección por daños a terceros. El creía que sería visto como el ingeniero que echó a perder un trabajo muy costoso y provocó el desembolso de una fuerte suma de dinero.
En una reunión con representantes de la compañía de seguros, la secretaria de LeMessurier logró convencerlos de que su jefe había «prevenido uno de los peores desastres en la historia de las aseguradoras». Lejos de haber mostrado incompetencia o mala fe, LeMessurier había tenido un comportamiento ejemplar: había descubierto un problema inesperado, actuado de manera apropiada, oportuna y eficiente, y había logrado resolverlo.
La manera en que LeMessurier manejó la situación de Citcorp aumentó su reputación como ingeniero estructural de excepcional competencia y rectitud e hizo que su compañía de seguros rebajara sus cuotas.
No todo esta perdido ¿no?, pero finalmente me pregunto y les pregunto: nosotros en un caso similar ¿como actuaríamos? ¿como inmorales?

Entrar o salir del Centro a las horas pico es cada vez más complicado
Por FRANCISCO GUERRERo fguerrero@losandes.com.ar
LOS ANDES ON LINE

¿Cuál es la calle más complicada del microcentro? Esa pregunta ya fue superada por la realidad hace bastante tiempo, ya que en las horas pico, a la entrada o salida del comercio, ninguna vía queda libre.
Algunos dicen que las calles Colón, Rioja, Morón, 9 de Julio o Garibaldi son las más congestionadas, debido a que la mayoría de éstas sirven de conexión hacia los otros departamentos. ?Si a la una del mediodía o a las 9 de la noche estás en el kilómetro 0, estás en problemas porque todas las calles están saturadas y si querés llegar a tiempo a un lugar tenés que calcular entre 10 y 12 minutos más, que es lo que te vas a demorar en salir del Centro?, asegura el taxista Roberto Giménez. El conductor profesional comenta que buscar permanentemente el hueco para salir cuanto antes de los embotellamientos ya es una costumbre entre los transportistas de pasajeros. ?Es que muchas veces llegamos tarde al domicilio de un cliente y no es que falten taxis, sino que están en viajes y se han quedado varados en el Centro?, confía Roberto.
De Garibaldi y San Martín hasta la Costanera un coche puede tardar hasta 5 minutos para recorrer escasas 6 cuadras. Ya en la Costanera hasta Brasil, el tiempo de recorrido en un horario pico es de 6 minutos, cuando normalmente, en horarios más tranquilos un automovilista tarda 3 minutos en el primer caso y 4 para el segundo.
La avenida San Martín tampoco escapa al enjambre automotor. El tramo de Gutiérrez a Colón con muchos autos a la par se hace en 6 minutos y 20 segundos, mientras que el mismo tramo, pero por avenida España se emplean 2 minutos y 29 segundos.
La densidad vehicular se refleja en los tiempos. Por ejemplo, por el Corredor del Oeste, desde la rotonda de Chacras de Coria hasta la Casa de Gobierno se emplean 12 minutos. Y desde el barrio Cívico hasta el kilómetro 0 un automovilista tarda 9 minutos, tres minutos menos. Cabe aclarar que estos datos fueron tomados en horarios pico, al mediodía o a la tarde. Desde Morón y San Martín hasta la Costanera se emplean 3 minutos y en tres minutos y medio más se cruza el Puente sobre el Acceso Sur. Al barrio Unimev se llega en 9 minutos (siempre por el eje Morón-Adolfo Calle), mientras que al barrio San Eduardo, en Luzuriaga se utilizan 17 minutos. El tramo de Luján al nudo Zapata-Costanera, a 80 km/h se hace en 18 minutos y desde allí hasta el kilómetro 0 se emplean 9 minutos más.
?Es un tema preocupante, pero los embotellamientos se registran a ciertos horarios. No es un inconveniente que se presente en forma constante y permanente?, indica el secretario de Obras Públicas de la comuna capitalina, Oscar Giuberti, ex director de Tránsito del municipio. ?Donde el panorama se complica más es en las calles más angostas donde hay colectivos y troles, a la entrada y salida de las escuelas?, agrega.
Daniel Frigerio, de Tránsito Municipal, explica que la red semafórica funciona bien en términos generales y que parte de la solución llegará cuando se instale una red de semáforos inteligentes, que en un principio estaba prevista para este año, pero el Gobierno provincial ya anunció que este proyecto pasó para 2006. ?Actualmente, nuestros agentes de tránsito controlan la entrada y salida de las escuelas, para evitar los embotellamientos que se inician por estacionar en doble fila?.

Penoso abandono del autódromo General San Martín
Por FRANCISCO GUERRERO fguerrero@losandes.com.ar
LOS ANDES ON LINE

Los yuyos crecen entre el asfalto y, en algunos sectores, la flora pedemontana se tragó la pista. A esta altura es muy poco lo que se puede rescatar. Prácticamente habría que reasfaltarlo por completo. Es que el agua, el sol y especialmente la falta de mantenimiento, han puesto al autódromo al borde de la extinción.
Luego de 8 años de abandono, lo único que queda en pie es la torre de control. Todo lo demás ha quedado en el olvido. El autódromo General San Martín está en ruinas y hasta el momento todo indica que seguirá así por un largo tiempo.
Aunque el Gobierno provincial anunció que prepara una nueva licitación para la concesión y reactivación del máximo escenario automovilístico de Mendoza, en sectores vinculados al deporte motor aseguran que es poco probable que haya interesados en este proyecto. Hasta el año pasado había esperanzas de un relanzamiento del General San Martín, pero la licitación se cayó tras la muerte del empresario Martín Salaberry y su socio en un accidente de tránsito, hasta ahora los únicos interesados en reflotarlo.
El autódromo provincial fue inaugurado en 1974 y en 1978 se presentó la Fórmula 2 Europea, que en ese entonces era el paso previo a la F 1. También participaron la F 3 Sudamericana, el TC 2.000 y el Turismo Carretera. La última prueba de nivel nacional se corrió en noviembre de 1997. El Automóvil Club Mendoza tuvo la concesión del escenario hasta 2000.
Néstor Arias, del ministerio de Ambiente y Obras Públicas, comentó que preparan una nueva licitación y están a la espera de un nuevo inversor. ?Existe la posibilidad que llamemos a una licitación privada. La inversión, según nuestros cálculos, realizados en 2001, era de 1,5 millón de dólares?, indicó el ingeniero de Ambiente y Obras Públicas.
José Antonio Scordo, presidente del Automóvil Club Mendoza, señaló: ?Ya lo hemos dicho varias veces: allí hay un problema grave de inseguridad. Es una zona muy insegura, por los asentamientos inestables y todavía no se soluciona este problema que debe enfrentar cualquier inversor. Estamos embarcados en otro proyecto, el de construir un nuevo autódromo en Luján de Cuyo?.
?Estaríamos dispuestos a realizar las refacciones correspondientes del General San Martín -agregó-, pero hay un problema: el viejo autódromo está fuera del reglamento internacional actual, no cuenta con los retiros que hoy se exigen, está encajonado por los guard rails y tiene otros detalles más?.
Tal es el grado de abandono y saqueo que se observa en estas 113 hectáreas de terreno que hasta los guard rails se han robado. La entrada es vigilada por doña Carmen Lucero, esposa del casero del autódromo, Jacinto Reta, quien falleció el año pasado.
Doña Carmen vive con un hijo y sus nietos en el autódromo que se ubica al pie de los cerros, a menos de 5 minutos del centro de la ciudad y que está a punto de convertirse en un circuito sólo para los autos de la categoría todo terreno.
?Mi marido murió esperando que le pagaran los sueldos desde que a todo esto lo abandonaron hacen varios años ya. Queremos hablar con el Gobernador porque no sabemos qué va a pasar con nosotros. Sólo se usa el kartódromo?.

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