12.1.2005

2G N° 31

Riegler Riewe

Asociados desde 1987, los arquitectos austriacos Florian Riegler y Roger Riewe con despacho profesional en Graz y Colonia, abordan los proyectos de un modo sutil y práctico en el que renuncian a la autoría formal como motor del proceso. Sus edificios responden al entorno y al bagaje cultural de la sociedad sin ánimo de ofrecer al espectador una forma epatante con significaciones simbólicas preexistentes. Todo lo contrario, los edificios de Riegler Riewe se nos muestran como lugares donde el usuario tiene un papel muy activo en la definición y percepción de los espacios. Este número de la revista 2G muestra cómo sus estrategias proyectuales les permiten abordar con naturalidad edificios de una escala y complejidad cada vez mayores, desde infraestructuras de transporte como las estaciones de ferrocarril en Innsbruck y Viena o aeropuertos en Graz y Francfort, a recintos feriales en Graz y Hamburgo, pasando por edificios docentes tales como los Institutos de Informática y Electrónica de la Universidad de Graz, complejos proyectos residenciales o el estadio de fútbol en Colonia.

formato 30 x 23 cm
144 pp páginas ilustradas en color
texto: english/español
Publicación trimestral
ISBN: 84·252·1959·0
precio: $ 26.44

Contenidos
Transporte
Texto de Eva Guttmann
Educación y cultura
Texto de Peter Allison
Lo enorme. Devenir sublime
Texto de Bart Lootsma

TRANSPORTE
Estación central de ferrocarril y Südtiroler Platz, Innsbruck
Centro de viajes para Österreichische Bundesbahnen (ÖBB- Ferrocarril Nacional Austriaco), Graz
Aeropuerto, Graz
Estación Norte, Viena
Ampliación de la terminal C del aeropuerto, Francfort

EDUCACIÓN Y CULTURA
Institutos de Informática y Electrónica, Technische Universität, Graz
Instituto Federal de Pedagogía Social- BiSoP, Baden
Casa de la Literatura, Graz
Outline, MACBA, Barcelona
Escuela Técnica- FOSBOS, Memmingen
Centro polivalente de exposiciones, Salzburgo

LO ENORME. DEVENIR SUBLIME
Feria de muestras, Graz
Propuesta urbana para la zona LUWA, Zúrich
Propuesta urbana para la zona de la estación, Salzburgo
Estadio de fútbol, Colonia
Ampliación de la feria de muestras, Hamburgo

Biografía
nexus
Roger Riewe
Tetra Pak, o la arquitectura como telón de fondo
Ernst Hubeli – Ullrich Schwarz
Arquitectura sin firma. Segunda modernidad Conversación entre Ernst Hubeli y Ullrich Schwarz

Extracto del nexus
Tetra Pak, o la arquitectura como telón de fondo

de Roger Riewe

Tetra Pak
Utilizamos preferentemente materiales «abiertos» que no están ni determinados ni subordinados por un significado. Para nosotros, los materiales «abiertos» son aquellos que en sí no poseen una relación con la naturaleza o la ecología, o materiales que no están asociados irremediablemente al pasado, ya que fueron usados deliberadamente en el pasado para manifestar la arquitectura como instrumento de poder. En el caso de que sea necesario utilizar materiales con un significado predeterminado, transformamos su forma de manera que puedan desmontarse, deconstruirse y volverse a ensamblar para privarlos de su significado.
Mediante el uso de materiales sin significado, o con un significado muy limitado, la percepción del observador no está sujeta a posibles intentos de interpretación, como sucedería en el caso de materiales cargados de significado. La creación de una superficie material con un significado neutral, que adquiere en cierto sentido un carácter inmaterial, permite crear espacio para la percepción no sólo mediante la profundidad de esa superficie, o en palabras de Jean-François Lyotard: «hacer ver que en lo visual existe lo invisible».

La arquitectura es un telón de fondo
Con estas premisas buscamos cuidadosamente el material más conveniente para cada encargo, teniendo también en cuenta los modos en que dicho material se trabaja. Puede suceder, por lo tanto, que materiales considerados habitualmente como low tech, sean utilizados de un modo muy tecnológico, semejante al de un uso high tech, aunque con una diferencia fundamental: su estetización se produce desde categorías distintas. En el high tech se convierte en un elemento formal y, como resultado, el high tech se convierte en estilo. Por el contrario, en el low tech no se produce una estetización en sí, en la medida en que se pueda considerar como tal, sino que ésta posee un significado subordinado y contextual, está relacionada con el proyecto.
Sol LeWitt: «Los materiales nuevos constituyen una de las mayores desgracias del arte contemporáneo. Algunos artistas confunden nuevos materiales con nuevas ideas. No hay nada peor que contemplar arte que se revuelca en el adorno chillón […]. Creo que el peligro está en hacer que la naturaleza física de los materiales sea algo tan importante que se convierta en la idea de la obra (otra forma de expresionismo)».
Por este motivo, es significativo que en los Institutos de Informática y Electrónica se construyese la fachada mediante una basta superficie de hormigón in situ sin juntas constructivas, en lugar de hacerlo mediante paneles prefabricados. También era importante para nosotros que la fachada de la estación central de ferrocarril de Innsbruck no se construyera con elementos prefabricados, sino con hormigón in situ, porque la percepción y el efecto que se buscaba era otro. Que la fachada de la estación de Innsbruck se construyese con una técnica especial de hormigón (self-compacting concrete) y usando la pigmentación por primera vez a esta escala, fue consecuencia de nuestros requerimientos de diseño. En todo caso, lo que intentamos fue no otorgar un valor especial a la tecnología utilizada, no darle ninguna importancia. Con la misma actitud construimos en 1992 la fachada más delgada en el ámbito de los edificios de viviendas en Austria, y en 1994 el edificio de oficinas donde, por vez primera, se instaló un vidrio aislante con relleno de gases pesados.
Lo que es válido en el caso de los materiales y la construcción, también es una premisa en el caso de los detalles y su factura. Los detalles nunca se colocan en un primer plano, sino que poseen un papel subordinado, aunque importante, en el conjunto. Durante la fase de proyecto, el desarrollo de los detalles ocupa mucho tiempo, pues se debe tener en cuenta tanto el contexto del conjunto del proyecto como la realización de cada uno de los detalles en tanto que elemento aislado. Además, y quizá sea esto lo más complicado dentro del proceso, tenemos en cuenta los niveles técnicos de construcción y de preparación de la mano de obra en cada lugar. Esto no implica, sin embargo, que sólo pueda realizarse buena arquitectura allí donde existe un determinado grado de es-pecialización de los trabajadores. La Tourette de Le Corbusier, la ga-lería de escultura de Peter Märkli en Giornico (Suiza) o la Hochschule für Gestaltung de Max Bill en Ulm, por citar sólo algunos ejemplos, demuestran lo contrario. Por ello, se trata de una característica de lo «glocal», o lo que es lo mismo, de la superposición de una actitud supralocal, configurada de un modo claramente global, y de una realidad local. Sin embargo, en el futuro deberemos considerar si el concepto glocal, especialmente presente en el ámbito de las ciencias culturales, no resulta demasiado vago o tiene una connotación equivocada para nuestra arquitectura, y si nuestra aproximación a la arquitectura podría definirse mejor con el término «eurocal».

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